viernes, 23 de septiembre de 2016

Mis argumentos ante el Plebiscito


El tema más importante de los últimos meses es la firma del acuerdo de paz en la Habana y como consecuencia la realización del plebiscito. Polémico pero necesario, este acuerdo se ha convertido en el punto de discusión más fuerte y común entre los colombianos. Aquí quiero explicar mis argumentos por los cuales sostengo mi posición, sin la intención de profesarlos como una especie de doctrina religiosa o politequera, pero sí de una forma informada y responsable.

En primer lugar, aclaro que las Farc ni se rindieron, ni fueron derrotadas y por ello no podemos encarcelarlos con justicia ordinaria como algunos quisieran. Ellos decidieron negociar, (dícese de la acción y efecto de llegar a una acuerdo en común en el cual las dos partes ganan y pierden algo con el fin de quedar en igualdad) Así que todos tenemos que ceder algo para llegar al punto que queremos; el fin de las Farc.

La guerra en Colombia con este grupo armado lleva más de medio siglo, y ha afectado más al campo que a cualquier otro sector. Ha sido el karma de las familias pobres y olvidadas por el Estado, la enfermedad que se ha llevado a sus hijos, hermanos, padres, tíos, etc. Por esta razón, estas mismas familias vulnerables quieren que su sufrimiento termine, que no haya más reclutados de ningún bando, y yo estoy de su lado. Sí, no he vivido esto en carne propia, soy una citadina más, pero a diferencia de muchos no pienso en el terror de ver exguerrilleros en las calles, pienso en la alegría de verlos sin fusiles.

La reforma rural plantea dejar de ignorar al campo, darles seguridad alimentaria, en salud, en educación, etc,  contribuyendo a que los campesinos (el motor de este país) puedan tener una vida más digna. Además, que las tierras de las cuales fueron desplazados y despojados sean devueltas. Sin embargo creo que aquí está el primer problema para los caudillos opositores: muchas de esas tierras las tienen ellos, o sus amigos, o sus empresas, o las multinacionales que ellos aprobaron; en todo caso, sus círculos de intereses económicos.   

“No puedes obligar a nadie a perdonar lo que le han hecho” me dijeron por ahí, y estoy de acuerdo. El perdón es un acto bastante interno e individual, que solo podrá entender quien lo realice. Sin embargo, sí puedo opinar que aunque es lo más difícil de hacer, es lo más sano porque la venganza y el rencor contribuyen a más violencia, creando así un círculo vicioso. Así que si tanto siguen celebrando la obra de personajes como Nelson Mandela, a quien admiran años después de su muerte, los invito a recordar que su acto fue de total perdón para conseguir la paz. Con esto no quiero decir impunidad absoluta, pero sí venganza nula.


Por otro lado se encuentra el tema de que se les dé dinero a los exguerrilleros (lo cual pasó, sin controles, durante la desmovilización de los paramilitares), pero hay que tener en cuenta que esto es durante su reinserción, ¿Qué puede hacer una persona que solo aprendió a cargar un arma si no la apoyan en algún sentido? Necesitan estudiar o trabajar dignamente. Además de eso, está la discusión de las curules en política. Considero que este es el problema más grande para los políticos que se oponen, pues nada que les duela más que “se les metan al rancho”, y a las personas de la ciudad, nada que les aterre menos que un partido político diferente a los que ya existen, y de gente que portó armas. Es ridículo ver que les preocupe más que haya cinco desmovilizados sin delitos de lesa humanidad que puedan participar en el congreso, con voz pero sin voto, y no que haya una enorme cantidad de guerrilleros disparando en el monte.

Otra aclaración importante que hay que hacer es que sí habrá cárcel, quizás no de la forma que esperan algunos, porque como dije al comienzo, esto es un acuerdo y no una rendición, pero sí existirán penas. Además los guerrilleros tendrán que hacer labores sociales en las zonas afectadas y tendrán que contribuir a la reparación de las víctimas, como algo sumamente importante y necesario para que en algún momento sea posible el perdón.

“Santos le entregó el país a las Farc”, creo que es el argumento más vacío que he escuchado. En primer lugar, como ya lo he dicho varias veces, una negociación consta de dos partes que tiene que ceder algo. No veo dónde se encuentre el contrato que nombre a las Farc los dueños del país. En segundo lugar, se supone que constitucionalmente el país es de todos, aunque hasta el momento le pertenezca a las mismas 5 familias y 4 empresas de hace 100 años.

“La gente va a votar Sí por miedo, no porque de verdad quieran la paz”, fue otras de las frases que escuché en medio de una conversación. ¿y qué miedo puede sentir usted que jamás ha combatido? Obviamente los campesinos tiene miedo, el mismo que han sentido desde que esto inició: de que sigan muriendo sus vecinos, amigos, familiares, e incluso ellos mismos, pero créame, que ellos son capaces de perdonar más de lo que alguien, que no ha salido de Bogotá o de otra metrópolis, puede sentir. El problema son los que sienten miedo por otras cosas; de perder las tierras que consiguieron baratas porque campesinos fueron desplazados, de que pueda existir una voz diferente a las que ya existen, o de cruzarse a un exguerrillero en su día a día, etc, eso es lo que realmente les da miedo a muchos, pero no votarían por miedo a que siga el conflicto, al contrario, les convendría que aún no acabe..

Si revisan los acuerdos de paz de otros países, podrán darse cuenta de que nosotros estamos muy bien. En otros lugares entregaron más de 80 curules en política, también el puesto de vicepresidente y otros cargos importantes. Además duramos menos tiempo negociando. Puede no ser el acuerdo perfecto, pero creo que ha sido un buen trabajo que vale la pena intentar. Llevamos tanto tiempo viviendo lo mismo que es preferible hacer un intento por alcanzar la paz con este grupo guerrillero. No vamos a llegar a “la paz” apenas se firme el acuerdo, pasarán años, pero es el primer paso para empezar a ejecutar aquello que nos llevará a la anhelada inserción de Colombianos que estuvieron en el bando equivocado. La paz no es de Santos, no es de Timochenko, no de Humberto de la Calle, la paz es de Colombia.

Así que mi posición es un rotundo Sí, que espera que el sufrimiento ajeno cese, que quiere una Colombia más justa, tolerante, incluyente y diversa. Quiero una nueva oportunidad para un país tan hermoso pero tan fragmentado y maltratado; y estoy convencida de que aunque no sea la forma perfecta de terminar este conflicto, sí vale la pena intentarlo. Al menos es una propuesta que abarca muchos planos importantes y no se centra en la venganza y la sangre. De cualquier manera todo intento por dejar de gastar dinero en armamento y destinarlo a lápices y cuadernos, vale la pena.    





viernes, 15 de julio de 2016

Parar y mirar ante los paros.

Paros, protestas y marchas son temas que han sido una constante en Colombia siempre. Cada día nos despertamos con una noticia nueva que involucra a varios sectores de la sociedad que están en paro. Luego se habla de las negociaciones, las cuales duran días y hasta meses y finalmente se levanta la huelga. Sin embargo, está claro que dichas negociaciones difícilmente llegan al punto clave para que estas inconformidades no vuelan a presentarse, ¿Culpa del gobierno o de los sindicatos? Quizás de ambos.

Hace unos meses atrás publicábamos en redes sociales imágenes dándole apoyo a los profesores, diciendo que eran nuestros héroes por enseñarnos día a día nuevas cosas que nos formarían para la vida. Luego de esto se unieron trabajadores, sindicatos de bancos y otras empresas quejándose de sus terribles condiciones laborales. Hace unas semanas, gritábamos porque el trabajo de los campesinos se respetara, para que dejaran de pasar por encima de aquellos que nos alimentan. Ahora estamos en medio de un paro camionero, intentando pedir por aquellos que dedican su vida a viajar por carretera transportando productos  para surtir el país y con condiciones extremas.

Foto recuperada de:
http://elpilon.com.co/wp-content/uploads/2016/06/paro-agrario.jpg


Nos preguntamos si eso sólo pasa en Colombia, o si existen otros países en los que puedan presentarse estas inconformidades. Luego de compadecernos un tiempo, nos damos cuenta de que la corrupción va de lado y lado. El gobierno no hace lo suficiente, no le interesa pues no es algo que signifique dinero para ellos. Y los sindicatos, por otra parte suelen exigir demasiado al saber que tienen un respaldo legal poderoso. De diferentes bandos, pero al fin y al cabo, sólo pensando en sus intereses.

Evidentemente hablamos de situaciones distintas. Por un lado se encuentran personas con ingresos económicos no muy altos que quieren progresar y para ello necesitan esforzarse demasiado, pero que suelen ser utilizados por sus corruptos jefes de los sindicatos.  Mientras que por el otro lado hay congresistas con salarios que casi llegan a los 28 millones, políticos poderosos, el presidente de la república y los “pobres” ministros que por lo general, traen la corrupción en sus venas.


Imagen recuperada de:
https://accionmasreaccion.files.wordpress.com/2012/09/sindicatos-y-patronal.jpg

Si todos estos paros continúan, todo el país saldrá afectado. No habrá educación para instituciones públicas, no habrá suficientes trabajadores en las empresas que los requieren, no tendremos alimentos provenientes del campo (Casi nada) los precios irán aumentando más y seguirá el desabastecimiento. ¿Todo por qué? Porque el beneficio de unos pocos es capaz de pasar sobre la mayoría del país, porque nos cegamos ante realidades que se encuentran en nuestras narices y ante las que podemos exigir, ¡y lo más importante! Porque a la mayoría no les interesa. Estoy segura de que puedo ir a preguntarle a un chico de mi edad las razones y consecuencias del paro camionero, y sé que prefiere que le hable de algún bar y no le arruine su día (Aunque habrá quienes sepan y opinen). Puede que muchos adultos me den la respuesta y sus posiciones, como puede que muchos me digan que no es un tema que tenga que ver con su trabajo y por lo tanto no están informados.


Si realmente estamos cansados de tanta prensa amarillista, de ver todos esos casos de abuso de la autoridad, de tantas situaciones terribles en nuestro país, etc.  la forma de protestar no es apagar el televisor e ignorar lo que pasa tras las paredes de nuestra casa. El primer paso es dejar la indiferencia, elegir buenos gobernantes y exigir que los derechos de todos sean respetados, sin comerle cuento a cualquiera, sino analizando ambos bandos. No digo que salgan a marchar, ni que vivan, respiren y coman únicamente este tema, pero creo que las redes sociales deben servir para algo más que publicar su situación sentimental, al igual que todos los medios de comunicación que están a nuestro alcance. Es necesario parar y mirar más allá.

domingo, 22 de mayo de 2016

Verdadero Amor

Hoy no hablaré sobre algún tema de debate, no quiero posicionar mi opinión de actualidad. No ahora. He decidido contarles un poco de mí. Soy una persona de pasiones, que ama profundamente todo lo que hace, pero hay algo en el mundo, sobre todas las cosas, que me mueve y me motiva a hacer algo. ¿Es una historia de amor? Sí, pero no de las típicas.

Según la teoría de Peirce, el Ground es el aspecto determinado en el que cierto objeto puede comprenderse y transmitirse. Es ese algo que te hace hablar de él y que te inspira a llevar a cabo todo el proceso de significación. Para ello se necesita la acción del interpretante final, el cual recibirá el efecto del ground de forma individual y en ocasiones subjetiva. En este trabajo, el ground es la guitarra, y el interpretante seré yo. Puede que para mí la guitarra inspire ciertas cosas, pero para la sociedad en general puede inspirar un aspecto genérico, así que trataré de demostrar por qué puedo considerar la guitarra como mi punto de inspiración, como ese algo que me lleva a hablar de él.

Desde muy pequeña he estado involucrada en la música, soy multinstrumentista. Sin embargo, la guitarra llegó a mí a los 15 años, pues jamás me había interesado. Inició siendo una relación terrible, yo la odiaba, la veía sin sentido y prefería mil veces tocar cualquier otro instrumento. Pero un maestro que tuve durante mucho tiempo intentó acercarla a mí, decía que si amaba tanto cantar, la guitarra sería mi gran compañía. Poco a poco empezaron los ejercicios, con el tiempo mejoré, y pude entenderla, pude hablar con ella y descifrar su función. Encontré un ground en ella y con el tiempo nos volvimos mejores amigas, pero para que la relación haya funcionado se necesitaron horas de prácticas.

La guitarra es un instrumento que parece muy común, pero realmente es como un ser vivo,  es todo un universo, es una chica que puede ser tan ruda o tan tierna dependiendo del trato que se le dé. Está compuesta por un diapasón, es decir el brazo largo del instrumento, y éste a su vez se divide en cuadrantes llamados trastes, los cuales simbolizan medios tonos en la escala musical. Son seis cuerdas, cada una con su nota: E, B, G, A, D y E,  atadas a un puente arriba del diapasón y uno en la parte de abajo del cuerpo del instrumento. Si la guitarra es eléctrica tiene micrófonos en la parte frontal del cuerpo, por los que el sonido pasa, y si es acústica, resuena por una abertura redonda llamada boca que se encuentra en el mismo sitio. La materia sensible está dividida en tres; la táctil que son las cuerdas y el cuerpo que quien la toca las siente, la auditiva, es decir lo que ella emite ya sea a través de los micrófonos o de su boca, y finalmente la visual, la cual aplica para quien ve al guitarrista tocando el instrumento.

Al tocar la guitarra siento que estoy en una compenetración con otro ser vivo, es una unión de fuerzas y almas. Yo toco, ella suena, ambas actuamos en un minuto. Mi guitarra acústica se llama Hendrix, por el famoso guitarrista Jimi Hendrix, un zurdo que tocaba con encordado de diestros. En ocasiones me han dicho que la cambie, que compre otra pues esta tiene algunos golpes que evidencian sus años útiles, pero para mí su sonido ha mejorado con el tiempo y mi aprecio por ella ha crecido. Hendrix es tierna, sirve para arpegiar, es mi compañía de canto. Es como si las dos cantáramos y afináramos juntas especialmente para las baladas y el blues. Es gordita pero liviana, rubia, sus cuerdas son suaves pero requieren que quien la toque tenga cierta fuerza en los dedos y en los brazos.

La guitarra eléctrica se llama Epi, por su marca Epiphone. Es una chica un poco más ruda; le gusta ser el centro de atención. Casi no cantamos juntas, ella sola lo hace mejor, pero yo estoy ahí rasgando rápidamente sus cuerdas. Ama los solos de Slash, principalmente el de Sweet Child O’ Mine. Prefiere el Rock, el metal y el Jazz, aunque puede con cualquier ritmo. Es morena, alta y delgada, aunque muy pesada, sus cuerdas son ásperas, tienden a sacar callos en los dedos y no acepta errores; los delata al instante.

Ambas son como mis mejores amigas; siempre están en mis mejores o peores momentos, sin juzgar. Se dejan afinar y se quejan cuando alguien más intenta acariciarlas pero resultan rasguñándolas. En ocasiones parecen opuestas, pero hay algo que siempre tendrán en común: Las dos adoran componer e improvisar. Mucha gente suele imaginar que el guitarrista que improvisa es excelente; yo creo que no, improvisar en sí es muy fácil pues existen mapas que atravesar dependiendo de la tónica en la que nos encontremos. Es una especie de ruta por la cual podrás moverte sobre el diapasón de la guitarra. Lo difícil no es improvisar, sino hacer que esa improvisación genere sentimientos en el público: que haga que el espectador reconozca su ground en medio de una pieza musical.    

Amo la guitarra, creo que tiene una función maravillosa y es la de ser acompañante en la música, ser protagonista y secundaria a la vez, ser el apoyo principal de la voz y la aliada de cualquier otro instrumento con el que se le mezcle. Sirve para todo tipo de música, suele ser muy versátil. No es algo que hagan todos los instrumentos. Mezcla diferentes cualidades sensibles: sonora, visual, táctil e incluso olora. Emite sonidos: notas, es visible: tiene colores llamativos y cualquiera podría reconocerla, es táctil: para que suene debo tocarla, además sé cómo se sienten sus cuerdas, y es olora: sus cuerdas huelen diferente dependiendo del tipo de material del que estén hechas y la corteza de la guitarra suele tener el olor de la silicona que se utiliza para limpiarla.

Epi fue el fruto de vacaciones de trabajo ahorrando para darme el gusto de tener esa guitarra que tanto quería. Es una Less Paul, así que tiene 4 micrófonos que la hacen ser extremadamente potente. Nuestro trabajo juntas ha sido de mucho tiempo, ensayábamos dos horas al día, los siete días a la semana. Sin embargo, un día comencé a fallar, me dolía mucho la mano y la muñeca izquierda. El médico me dijo que la dejara un tiempo; que muchos guitarristas famosos habían tenido que abandonar o reemplazar su instrumento porque el túnel carpiano era un problema muy grave en las articulaciones. Me pintaron toda una tragedia. Pero lo que realmente sucedió fue que había dejado de hacer calentamientos y efectivamente vi las consecuencias. Pero no tenía ningún problema desarrollado como para abandonar así de fácil aquel instrumento que podía hacerme tan feliz.

Sin embargo eso me hizo tomar conciencia de qué era lo que realmente quería con la guitarra. Junto a mis hermanos tenemos una banda, todos somos músicos, mi universo sígnico se había transformado notas y figuras musicales. Olía, comía, veía y vivía para eso, pero ¿hasta dónde llegaría el sueño de ser la próxima Jennifer Batten? Me dí cuenta de que la guitarra estaría allí para mí, así eligiera la carrera que eligiera, así me refutaran que no servía para nada útil. Finalmente decidí irme por una carrera que poco tenía en cuenta a la música, pero eso no me ha impedido seguir unida a mis dos chicas.

La guitarra es inspiradora, es liberadora. Cuando vemos a famosos rockeros haciendo raros movimientos al tocarla, no es porque les guste llamar la atención (no siempre), sino porque es como si su alma se incorporara en el cuerpo del guitarrista y liberara además del sonido, mucha energía física, mucha emoción. Por mi parte, soy versátil en las interpretaciones, pero definitivamente prefiero el Rock. Siento que es uno de los mejores géneros para expresar tantas emociones al tiempo, para liberar tanta energía y sobre todo para sentirme poderosa con Epi.

En ocasiones me han preguntado ¿Qué es más difícil, la guitarra eléctrica o la acústica? Yo suelo decir que ambas tienen sus propias dificultades, pero detesto cuando dicen que con efectos de pedales, la guitarra eléctrica puede ocultar sus errores. Es completamente falso, los efectos simplemente le dan un aire diferente a la canción que se esté interpretando, pero las notas musicales siguen allí, sigue existiendo una armonía musical y unas leyes qué respetar. Así que si cometes un error, tengas el efecto que tengas, igual sonará disonante.  

Pero no todo es perfecto en nuestra relación, pues considero que hay algo que no me gusta mucho de este instrumento: Leer su partitura, y no porque no me gusten las partituras, por el contrario, me encantan, sino porque es uno de los pocos instrumentos que considero que al leer su partitura se vuelve tedioso. En el piano la lectura del pentagrama es cuestión de concentración, pero es sencillo hacerlo con fluidez, porque las notas en el piano se encuentran en orden, mientras que en la guitarra todo tiene un orden extremadamente extraño. Es muy caprichosa, las cuerdas no tienen continuidad en relación con las otras, sólo consigo mismas. No es un tema sencillo, aunque resulte fascinante. Por ello prefiero sacar las canciones a oído o con tablatura, pero cuando toca con partitura temo decir que suelo demorarme un poco más, aunque con esfuerzo lo logro. Sus cuerdas me atrapan y me dejo llevar, olvido el espacio, y el tiempo, me sumerjo en ella.

Verdaderamente la música refresca el alma de quien la escucha y a su vez, de quien la interpreta. Por ello junto a Epi y Hendrix me siento eterna y renovada, siento que puedo expresar lo que sea y liberar lo que necesito. Siento que puedo ser feliz con cualquier estado de ánimo, y puedo transmitir diferentes sensaciones a quien por casualidad nos escuche. Ellas me hacen pensar que no necesito a nadie, ni nada más cuando están a mi lado, porque siempre estará para mí, para que compartamos un momento de nuestro espacio e historia.

Cuando alguna de las guitarras se posiciona en mi pierna derecha, e invita a mi brazo izquierdo a rodear su cuello y al derecho a acariciar su barriga, no hay poder en el mundo que nos diga que no podemos expresarnos (aunque mi mamá siempre quiera dormir y me pida silencio) siempre habrá manera de tocar, porque también existen las canciones de arrullo. Siempre habrá un pequeño instante para estar juntas, sea hoy o en muchos años. Eso es lo increíble de la música y sus instrumentos; son atemporales. Siempre existirá un pedacito de tiempo para nuestra unión, porque nos entendemos y nos complementamos bien; esto es lo que yo defino como verdadero amor.  





lunes, 18 de abril de 2016

Cruzadas en nombre del progreso


Últimamente se han presentado diferentes temas polémicos debido a la oposición de proyectos de desarrollo contra organizaciones medio ambientalistas. Un ejemplo de ello es el tema de la reserva Van Der Hammen, (reserva forestal que quiere ser edificada por el actual Alcalde de Bogotá) y un poco más nuevo, la explotación petrolera que podría afectar a Caño Cristales. ¿De verdad el “Progreso” es sinónimo de destrucción de la naturaleza?


Nos maravillamos de los hermosos paisajes que hay en otros continentes, por la reservas naturales de Sudáfrica, por Yellowstong Park, las selvas Asiáticas, el Niágara, el Lago Hillier...etc. Esperamos algún día conocer sus tierras, a las especies de  Animal Planet y todas esas zonas llenas de historia. Nos impresionamos por lo que hay allá afuera (lo cual no está mal) pero no lo hacemos con lo propio y estamos pordebajeandolo constantemente (ahí está nuestro pecado) ¿Vale tan poco lo que Colombia es y tiene que nuestra atención casi nunca se centra en ella?

Somos el primer país con más diversidad de aves y orquídeas del mundo, el segundo en diversidad de plantas, anfibios, mariposas y peces dulceacuícolas, el tercero en variedad de reptiles y plantas, y el cuarto en diversidad de mamíferos. Tenemos el 31.1 % de bosques del mundo, tierras fértiles para cualquier uso, y además limitamos con el océano Pacífico y el Atlántico. En fin, somos un país maravilloso, aunque pocos colombianos se den cuenta de ello.

Foto tomada de: https://elpaisdecolombia.files.wordpress.com/2015/08/collage-biodiversidad-1-638.jpg

Ahora que ya hemos reconocido que nuestro país no es cualquier cosa insignificante, entremos a los mencionados temas polémicos. En primer lugar está la reserva Van Der Hammen, 1.395 hectáreas ubicadas al norte de Bogotá en la que viven más de 200 especies de animales y que a pesar de ello quiere ser urbanizada para mejorar la movilidad de la ciudad. Sin embargo pareciera que el Alcalde Enrique Peñalosa sólo pensara en el “desarrollo”, dejando de lado el costo ambiental que este trae (Desaparición de la reserva) Resulta irónico que un consultor internacional en temas de Urbanismo tan reconocido y con tanto éxito en otros países no sea capaz de medir el daño que puede ocasionar si en lugar de buscar otra alternativa considera que la naturaleza no es intocable. ¿De verdad la vida de los árboles y los animales vale tan poco? ¿Hay que sobreponer los derechos de las personas de tener una Gran Ciudad? ¿O hay más intereses de por medio?¿Quienes serían los realmente beneficiados?...



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Por otro lado está Caño Cristales, el cual se encuentra en la municipio de la Macarena en el departamento del Meta. Es considerado el río más hermoso del mundo, pues en su suelo crecen diferentes tipos de algas de colores, lo cual le da la apariencia de un arcoiris derretido. Sin embargo, la empresa petrolera estadounidense Hupecol obtuvo el 18 de marzo un permiso de ANLA (La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) para la exploración de 150 puntos en más de 30.000 hectáreas que se encuentran entre los departamentos del Meta y el Caquetá. Cabe resaltar que uno de los pozos se encontraba a 68 km de Caño cristales.

Foto tomada de: http://www.ecoturismo-colombia.com/admin/albums/1414975741cano-cristales-meta-17.JPG


Gracias a las protestas de las personas y argumentos de expertos, ANLA estudió la licencia otorgada y la redujo a 14.897 hectáreas (aproximadamente) para la exploración petrolera que “garantiza” no tocar ecosistemas significativos. Pero hay que tener en cuenta que una vez se modifica una parte de un ecosistema que conforma un “todo” es casi imposible que no se presenten daños.Un ejemplo de ello es el caso de la Ciénaga Grande de Santa Marta, la cual en 1956 fue dividida para construir una carretera y generó 33.245 hectáreas de manglares muertos, erosión y peligro para los animales. Por ello, se considera uno de los crímenes más terribles que se le han hecho a la naturaleza, y a pesar de ello aún se plantea construir la segunda parte de la vía que la atraviesa.



Foto tomada de: http://www.elheraldo.co/sites/default/files/styles/detalle_articulo/public/2015/11/09/articulo/cienaga-2.jpg?itok=n8g518Cu

Pero volviendo al tema de la extracción de hidrocarburos, considero que se debe tener más respeto por la tierra, el agua y los seres vivos que allí habitan. Para nuestros antepasados los dioses eran representados por la naturaleza, y en la actualidad los dioses parecen estar en el dinero. ¿De verdad es necesario explotar el petróleo cunado ya se han descubierto otras fuentes de energía que sí son renovables?

El país se está vendiendo de a poquitos, se está matando sistemáticamente y cada vez es menos probable la subsistencia de lo natural. Cada día le entregan una parte de Colombia a multinacionales (¡Que dañen sus propias tierras!) O estructuran proyectos de “desarrollo” que acabarán con miles de seres vivos. ¿De verdad es esto progreso? Para mí no son nada más que tristes y terribles cruzadas contra la naturaleza en nombre de su dios “Dinero” que ejecutan aquellos que tienen intereses ocultos en busca de más, pero sin darse cuenta, cada vez tienen menos vida a su alrededor. Gracias a la desidia de nuestros gobernantes se permite que esto suceda y se repita a pesar del tiempo y sabiendo las consecuencias que trae.







Bibliografía

Artículos recuperados de:







sábado, 19 de marzo de 2016

A migrantes necios…¿países sordos?



Uno de los temas más candentes a nivel mundial en los últimos tiempos ha sido el de los inmigrantes, y es posible que muchas personas aún en este momento no sepan muy bien de qué se trata tanto “alboroto”. Resulta que algunos países de medio oriente se encuentran en guerra civil y se vive una constante violación de los derechos humanos, pobreza extrema, persecuciones, etc.  Así que día a día miles de familias deben tomar la decisión más difícil de todas: Irse de su propia tierra o seguir viviendo la magnitud de esta tragedia.

Europa está viviendo la crisis humanitaria más grande de todos los tiempos, después de la Segunda Guerra Mundial.Según cifras registradas por La Agencia de la ONU para Refugiados más de 450.000 personas habrán salido de de su país en condición de desplazamiento a causa de dichos acontecimientos para mediados del 2016 y según la UNICEF muchos son menores de edad que llegan totalmente solos. Teniendo en cuenta que los países de Europa son los más cercanos y estables, millones de personas han viajado en terribles condiciones para poder llegar a ellos. Por esto varios países dicen no dar abasto.

Aquí es donde empiezan mis observaciones y cuestionamientos frente a este tema que considero sumamente delicado e importante. Es cierto que el hecho de que lleguen tantas personas de forma ilegal a estos países implica problemas humanitarios. Sin embargo considero indignante las medidas que varios de ellos han tomado: Cobrar por las entradas ya sea en dinero o en cosas, tal como Dinamarca lo ha considerado, poner barreras en las fronteras como Hungría lo anunció o devolver a los migrantes como ya se habló en Grecia.  

Creo que en este punto más allá de problemas económicos hay problemas morales, sí, esos de los que Europa dice que los latinos padecemos, pero que ahora se reflejan tan profundamente en ellos. Además de su sanguinaria y antiética historia de conquistas hay falencia de valores. ¿Cómo es posible que un continente tan rico sea tan miserable ante las condiciones de vulnerabilidad de otras personas?. En su momento no les importó invadir tierras, sacrificar seres humanos e imponer sus costumbres y ahora cuando les solicitan ayuda y apelan a su conciencia no pueden opacar su ego  y extender la mano.

Foto tomada de: http://multimedia.guatevision.com/2015/09/europa-migrantes-guatevision.jpg

Si no quieren recibir más personas, ¿Por qué no intentan interceder en la búsqueda de la resolución de los problemas que originan los conflictos? Pienso que muros anti-inmigrantes no van a solucionar nada, les disminuirá un problema a Europa pero el drama para esas personas continuará.Pero por otro lado “meter la cucharada” en un asunto aparentemente sin incumbencia podría ayudar a mejorar las condiciones de los países de medio oriente, y ya no habrán tantas personas poniendo en riesgo sus vidas huyendo de sus hogares en embarcaciones con tal de “salvarse” de la tragedia. Según la Organización Internacional para las Migraciones 2760 personas fallecieron trágicamente en naufragios en el mar Mediterráneo durante los primeros 8 meses del 2015. Sé que suena sencillo ante un problema tan grande y que las cosas no son tan simples, pero si al menos existiera la voluntad de ayudarlos de verdad, se verían pequeños avances ante este problema.  

El último acuerdo al que llegó la Unión Europea y Turquía (un país transcontinental) en este años, fue que Grecia devolvería a lo inmigrantes a Turquía, quien se dispuso a recibirlos.  La posición que Europa está tomando, para mí, es esconder la cabeza bajo la tierra igual que un avestruz cuando se siente amenazada, están implementando barreras de indiferencia total. Este continente actúa como lo dice la vieja frase: a palabras necias oídos sordos, con seres humanos que piden a gritos su ayuda. Se necesita un poco más de sensibilidad ante esta situación.

Foto tomada de: http://backbuho.com/img/portada/Buhola-la-crisis-migratoria-m-s-grande-despu-s-de-la-segunda-guerra-mundial.jpg

viernes, 5 de febrero de 2016

David Morley "Medios, Modernidad y Tecnología" segunda parte: "Más allá de la abstracción global. La teoría regional y la espacialización de la historia"

RESEÑA

David Morley nació en 1949 y es uno de los pensadores británicos más brillantes de su generación. Comenzó sus estudios universitarios en London School of Economics (LSE), la cual estaba marcada por las gigantescas huelgas impuestas por sindicatos mineros británicos. Morley creyó oportuno enfocar su doctorado hacia el papael de los medios de comunicación en el conflicto. Realizó entre 1975 y 1979 una investigación destinada a analizar un popular programa de la BBC, Nationwide, investigación convertida desde entonces en referente obligado para quien está interesado en el análisis de las audiencias de televisión. Actualmente es profesor en el Goldsmith College de la Universidad de Londres.

La segunda parte del libro "Medios, Modernidad y Tecnología" se divide en doce subtítulos, a través de los cuales Morley nos hace un análisis acerca de la idea de modernidad, sus inicios y su percepción actual. Él nos plantea la importancia de la desoccidentalización para asía abrir camino a las diferentes culturas que por motivos evidentes han sido marginadas. Para entender el mundo actual en sus diferentes ámbitos es necesario dejar de ver al "occidente" como centro universal.

La narrativa tradicional nos dice que la Modernidad inicia con la industrialización en Europa, proceso en el cual se dan avances científicos y tecnológicos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a partir de ese hecho que tuvo tanto eco fue que se denominó la época, pero eso no significa que antes de dicho acontecimiento no hubiesen existido avances, pues Asia y África fueron muy influyentes para que Europa llegara a la famosa revolución. Historia que poco se ha dado a conocer.

A pesar del globalizado concepto que se tiene por "Modernidad" en el que Estados Unidos son centros y los demás son periferias, para cada región puede haber una forma de interpretar esta palabra, es decir ¿Por qué es necesario compararnos con las potencias de "Occidente"?¿Es necesario endiosarlos y ver a las demás culturas (de las cuales hay mayor diversidad) como inferiores? Probablemente porque los vemos como un modelo a seguir, ellos han tratado de distribuir aunque sea un pequeño pedazo de sus ideales en cada rincón del mundo, pero ha dependido de cada rincón aceptar dichos conceptos o no. La cuestión es que una sola oveja no puede guiar al rebaño que va en sentido opuesto, y muchos se han dejado llevar.

Morley habla acerca del dominio que esos países han tenido y todo parte de la globalización. Claro, la lengua inglesa es la predominante para todo; los celulares, computadores, hasta para la educación. Parece sencillo, a cada niño se le enseña a hablar en inglés y el que no domine ese idioma es analfabeta, pero realmente ¿Para qué necesitamos hablar inglés? ¿Para consumir mas productos provenientes de países como Estados Unidos o Inglaterra? ¿Para ser exitosos en la vida laboral teniendo relaciones con el exterior? Sí, para todo lo anterior. Hemos nacido con el chip de modernidad incrustado (vista desde el aspecto  de desarrollo), necesitamos no sólo sobrevivir, sino vivir bien en un mundo que aparentemente se ha compactado y avanzado.

En este punto vemos que la desoccidentalización es necesaria para que todas las culturas tengan derecho a decidir su forma de Modernidad. Resulta muy cierto el hecho de que hay países más fuertes económicamente que otros, pero esos no significan que deban dominar las mentes, ni el mercado, ni la política, ni los ideales.Cada país tiene su ritmo de desarrollo, tratando de superarse cada vez así mismo y no tratando de alcanzar una meta impuesta.

En cuanto a llamar occidente a los países más desarrollados a nivel económico ¿Qué tan lógico resulta? "Occidental es un concepto esencialmente relativo, que solo designa dirección desde la cual, desde cualquier puesto de observación se pone el sol. En ese sentido, cada lugar tiene su propio occidente, y cada lugar es un occidente desde otro lugar" (Morley P. 92) teniendo en cuenta que la tierra es redonda, y está en constante movimiento. De igual forma, si quisiéramos partir la tierra en dos y decidir un oriente y un occidente, América Latina haría parte de ese occidente, lo cual no es tenido en cuenta al tomar la palabra como expresión de determinante de poder. América se Compone de norte, centro y sur, no sólo de Estados Unidos.

Esa discusión implica tener en cuenta países como Grecia, de donde salieron las primeras ideas de Occidente y Oriente, el cual ahora se encuentra en un problema de "orientación". Racionalmente Grecia aportó muchos avances al mundo en su época, de hecho Alemania tomó su concepto de cuerpo perfecto y mente esculpida, convirtiéndolo entonces en Moderno, "occidental". Sin embargo su posición geográfica y actualmente su poca influencia lucrativa hace que se considere "oriental".

Ese último término no determinaría su condición de potencia, pues si observamos bien, países como China, Japón y Corea, lo son ahora. Puede que en los latinoamericanos influya más la cultura estadounidense pues está más cerca de nosotros que por ejemplo Japón, y a pesar de ello muchos latinos son Otakus, compran carros Toyota, etc. Como a su vez estos tigres asiáticos influyen más en sus países cercanos.

Sin ir más lejos, relacionaré lo expuesto con Colombia. Sabemos que es un país muy rico en mucho sentidos y sin embargo su papel en el mundo moderno es irrelevante, no somos potencia pero estamos regidos por ellas. La cuestión es que comparados con países desarrollados monetariamente, estamos lejos del ideal. En el famoso documental "¡Por qué los Colombianos somos pobres? se ven muchas causas de nuestra situación, las razones para estar mal ante el mundo moderno radican en la falta de disciplina, una condición psicológica alejada gradualmente de la economía. Dicha condición es la que nos hace importar el concepto de modernidad tomado "universalmente" en lugar de desarrollar uno propio.

En el video se reconoce que hemos conservado tradiciones culturales y etnias nativas, lo cual, para un proceso de desoccidentalización mediante el que se busca otra forma de ver la Modernidad, es fundamental. No sabemos si pertenecemos a Occidente en realidad, pero sabemos que nuestra condición de Modernidad varía en cuanto a los recursos (oportunidades de lucro) pasan a ser desestimados por nosotros mismos para darle más relevancia a festividades y otro tipo de actividades. Aunque estemos ligados a la tecnología y tengamos casi todo para ser potencia, competencia de las actuales, no los somos por el simple hecho de concebir la Modernidad de la manera en que lo hacemos. Si nos concentráramos en nuestros potenciales y no en los ajenos podríamos generar la descentralización desde nuestra propia concepción.



Fuentes

Morley, D. (2008) Medios, Modernidad y Tecnología, hacia una teoría interdisciplinaria de la cultura. Barcelona: Editorial Gedisa.

Documental ¿Por qué los colombianos somos pobres?




domingo, 20 de diciembre de 2015

La indiferencia, el mayor problema de los bogotanos.

Pienso que el mayor problema de nosotros los colombianos, y particularmente de los bogotanos, más allá de la famosa hipocresía y soberbia, es la indiferencia. Obviamente existen excepciones, no pretendo generalizar, pero la parte de la población a la que me refiero tiene ese toque de insensibilidad que las condiciones de vida le han dado.

Foto tomada de: https://www.youtube.com/watch?v=uZeuJRB2pdM

¿Cuántas veces han ocurrido masacres, desplazamientos forzados, desapariciones  y más barbaridades en nuestro país? Cantidades innumerables, ¿y qué hacemos nosotros? Nada, porque afortunada (¿o desgraciadamente?) no hemos sentido en carne propia la miseria de la violencia, como para sensibilizarnos lo suficiente.

Sin embargo, lo pondré en casos más cercanos para que la excusa de la distancia geográfica no nos sea suficiente. “Policía, baje a ese indigente del transmilenio”  de acuerdo, se supone que todos debemos pagar por el buen o mal servicio que nos brinda, pero ¿no se han preguntado la miseria de ese pobre hombre que debe caminar tantas calles como le sea posible para conseguir material reciclable y comida? ¿Y qué hacemos por ellos? la verdad, muy poco.

¿Por qué hay tantos colados en transmilenio, por qué un adulto mayor tiene que rogar por una silla dentro del autobús?¿Por qué las personas se recuestan al tubo del articulado sabiendo que hay muchos que intentan agarrarse de él? ¿Por qué cuando alguien se resbala en el andén casi nadie va a ayudarlo?¿Por qué vemos a tantos habitantes de las calles? o ¿Por qué nos quedamos callados cuando algo que no debería pasar sucede? Temo decir que la indiferencia nos mata, llena cada día nuestras vidas y la mayoría son indiferentes ante su condición de indiferencia, entonces ¿Qué nos queda?

En lo más importante: el componente humano, no tenemos nada, las demás cosas son añadidura que a la larga, termina siendo basura, pero que nos preocupan más. Muchos están satisfechos con su comodidad, con su propio bienestar, dejando de lado el instinto de colectividad que un principio nos permitió ser humanos. Para ser la mejor ciudad no sólo hay que exigirle al gobernante de turno, hay que exigirle a los que viven en ella  “La ciudad es un discurso ... la ciudad habla a sus habitantes” (Barthes,1967)

Evidentemente el papel que cumplan los gobernantes será determinante para la situación de la ciudad, pero quiero decir que nosotros también debemos aportar a la causa y no sentarnos a esperar que un alcalde lo haga sólo. Y ahí encontramos otro problema, muchas veces la corrupción de estos mandatarios impide o retrasa muchos aspectos que podrían aportar al cambio. Sin embargo, nos hemos dedicado a juzgar y exigir condiciones que mejorarán nuestra individualidad y no la colectividad que en el fondo, haría de Bogotá una mejor ciudad.

Si bien es cierto, el sentido de pertenencia se pierde con tantos foráneos dentro de la ciudad, también resulta ser verdadero que el bogotano suele darle poca importancia a la polis a la que pertenece.¿Entonces qué debemos hacer al respecto? un saludo, una ayudita por las calles, exigir por los desamparados, dejar de estigmatizar a “Los del Norte” y “Los del Sur”, correrse un poco en el transporte masivo para que quepa una persona más en horas picos, ceder una silla sin rezongar, etc. hay cantidades de cosas que podemos hacer. Principalmente debemos ser un poco menos miserables.